Los grandes mensajes nunca pierden su valor.

viernes, 7 de octubre de 2011

Playa del Moro


Cogidos de la mano el mar espectador de nuestro amor, el viento de levante juega con nuestros cabellos, el faro es testigo de nuestra aventura. Gaviotas alzan el vuelo entre las acrobacias del amor, la tarde esta tocando a su fin, durante todo el día los paseos por esta arena de oro hombres y mujeres con historias a sus espaldas caminan entre las olas con sus pies cansados.
Esta bendita playa del levante español es notario de nuestro amor en este comienzo del otoño, el bullicio termino, la calma se poso entre sus entrañas, ahora saborea los días grises de esta estación que un día fue testigo del desembarco de las galeras turcas, cuenta la historia la leyenda del malvado Omar el turco que se enamoro de una rubia de ojos verdes en esta playa del amor, se quedo para siempre aquí, aunque tuvo sufrir las humillaciones de sus compañeros de barco.
Todos la conocemos por la playa del Moro, pero pocos saben la historia de este turco, no era moro, como en todas las leyendas se ido magnificando.
Pasaron los años un día llegaron unos berberiscos dispuestos a matarlos por traición Ala, tuvo que salir corriendo hacia las montañas, estos habían oído hablar de él, destrozaron el pueblo, lo quemaron, humillaron a sus gentes y como no también a su mujer e hijos pequeños, diez años después de aquella tarde sangrienta apareció Omar un hombre viejo y derrotado comenzaron a llamarle el apestoso Moro.

Aquí en la playa del moro paseando casi en la oscuridad de este comienzo de la noche, el faro ilumina el amor de nuestros corazones, donde el poeta escribe desde su mirador al mar las bellas poesías, el pintor deja correr la paleta entre sus pensamientos, la playa del moro sigue siendo la playa de los enamorados.

Para nosotros la playa de Omar el turco, el hombre que se enamoro de una jovenzuela rubia de ojos verdes en una tarde otoñal.