Los grandes mensajes nunca pierden su valor.

lunes, 31 de diciembre de 2012

31 de Diciembre



El almanaque derrama lagrimas en soledad, esta noche desaparecerá con el viento huracanado, su lugar será ocupado por un nuevo compañero que se presentara con un traje nuevo y corbata, todos recibirán con alegría y jolgorio, entre risas y cava bailaran hasta el amanecer por la llegada del nuevo año.

El viejo almanaque, sus lagrimas derramadas le hacen recordar aquellas lejanas primeras horas de vida rodeado de confeti, lejanos días de ilusión con los que era agasajado, pasaron los días y meses, aquella efímera alegría se torno en desilusión, maldiciones, tristeza, sabe que todos lo recordaran por los tristes acontecimientos de los recortes, impulsados por una palabra llamada crisis, que vive en cada uno de los hogares presidiendo el salón.
Otros viejos almanaques que viven en asilo de los almanaques olvidados le recibirán con un pañuelo para secar sus lagrimas y cuando el riguroso luto negro se evapore con el tiempo, le explicaran que a ellos les sucedió lo mismo. Ahora en la distancia viven los días de reposo en los libros de historia, recordando que en esta vida es todo efímero.